Protégete del sol mientras proteges nuestros océanos

Los amantes de la playa con conciencia ecológica deberían tener cuidado con su protección solar este verano, ya que los estudios demuestran que muchos protectores solares suponen una amenaza para el medio ambiente oceánico.

Aplicar protección solar en la playa parece una idea sensata, ¿verdad?

¿Sabías que sólo 20 minutos en el océano pueden diluir una cuarta parte de tu protector solar, creando una sopa química tóxica para la vida marina, y las primeras víctimas son los corales?

El problema de los protectores solares

La benzofenona, un ingrediente común en la protección contra los rayos UV, endurece el coral en su fase larvaria y daña las microalgas, los nutrientes esenciales para el crecimiento saludable del coral. Además, el crecimiento del fitoplancton, que se encuentra en la base de la cadena alimentaria marina, también se ve afectado por ciertos filtros UV. 

El preocupante estado de Hawái aprobó recientemente una ley sin precedentes para proteger sus fondos marinos prohibiendo los protectores solares que contienen las sustancias químicas oxibenzona y octinoxato, conocidas como las culpables del daño, y varias reservas mexicanas exigen a los visitantes el uso de protectores solares biodegradables.

Un estudio de 2015, publicado en la revista Archives of Environmental Contamination and Toxicology, descubrió que las sustancias químicas tienen una serie de efectos en los corales, como la mortalidad de los corales en desarrollo, el blanqueamiento de los corales y los daños genéticos en los corales y otros organismos. 

También se descubrió que ambas sustancias químicas pueden inducir la feminización de los peces machos adultos y aumentar las enfermedades reproductivas en criaturas que van desde erizos de mar hasta peces loro y especies de mamíferos similares a la foca monje de Hawai. Las sustancias químicas también pueden inducir cambios neurológicos de comportamiento en los peces y tener un posible impacto en las numerosas especies en peligro de extinción que se encuentran en las aguas de Hawai, incluidas las tortugas marinas.

Pero no te preocupes, hay muchas formas de protegerte a ti y a tu familia de los rayos del sol sin recurrir a productos químicos agresivos.

Por ejemplo, una alternativa fantástica como Aethic y es sólo un ejemplo de los protectores solares respetuosos con los corales que existen en la actualidad. Gracias a la investigación y las pruebas exhaustivas, estos fabricantes han encontrado ingredientes alternativos que siguen ofreciendo una gran protección contra los rayos UV, sin que supongan una amenaza para los ecosistemas marinos.

Sentirse fresco y lucir bien con la ropa. Otra gran alternativa es llevar ropa de playa con protección UV, como la gama de ropa UV de SunWay, diseñada científicamente pensando en la protección solar, sin comprometer la estética playera superguay. Ropa brillante, fresca y divertida para toda la familia que te mantendrá seguro y cómodo en esos largos días de verano bajo el sol.

SunWay se dedica a promover la seguridad del sol sin comprometer su estilo de vida y sus sensibilidades de moda individuales. Recomendados por médicos experimentados, los trajes de baño, la ropa y los sombreros de SunWay están sometidos a estrictas pruebas y tienen una clasificación UPF50+.

Llevar camisetas de manga larga hechas de algodón orgánico ligero y transpirable o de cáñamo es siempre una opción fresca, y considerar el uso de pantalones cortos más largos, como los de tabla, en lugar de los de corte alto. Las faldas largas y los maxivestidos ligeros pueden ofrecer una protección solar fresca para las mujeres y las niñas.

Mantente segur@ bajo el sol mientras proteges nuestros océanos

Tómate un descanso. Por supuesto, la mejor manera de protegerse de los rayos del sol es evitar exponerse a ellos durante las horas más calurosas e intensas del día.

Esto puede variar de un lugar a otro, pero tomarse un descanso de la luz solar directa entre las 14:00 y las 16:30 horas es una forma segura de evitar la sobreexposición a los rayos nocivos, y hay muchas posibilidades: echarse una siesta en una hamaca, comer algo ligero en un restaurante a pie de playa, dar un suave paseo por un parque a la sombra… las opciones sólo están limitadas por su imaginación.

Piense en un sombrero. Los sombreros de ala ancha dan sombra a toda la parte superior del cuerpo. Dado que zonas como la frente, la nariz, el cuello y los hombros son algunas de las más propensas a quemarse por la exposición al sol, estos sombreros son una gran idea.

No olvides las gafas de sol. El exceso de sol puede causar problemas de visión en los niños, y puede acelerar el desarrollo de cataratas en los adultos. Las gafas de sol son esenciales para todos los miembros de la familia.

En realidad, el propio sol puede ayudar a protegerle de los efectos dañinos de la luz solar. Nuestra piel está diseñada para liberar naturalmente grandes cantidades de vitamina D cuando se expone a los rayos UVB de la luz solar. Se ha demostrado que la vitamina D ayuda a proteger la piel del daño celular. Esto incluye el daño celular del propio sol.

El truco está en no sobreexponer la piel a la luz solar directa. Basta con 15 minutos de exposición para aumentar la producción de vitamina D. Poseemos melanina por una buena razón. Estos pigmentos suben a la superficie de nuestra piel para crear bronceados cuando nos exponemos a los rayos UV. Forman una barrera naturalmente protectora del sol para ayudar a protegernos.

La luz del sol no tiene por qué ser nuestro enemigo. Utilizando métodos naturales, es posible protegernos del exceso de rayos UV de forma saludable y disfrutar de los beneficios del sol al mismo tiempo.

Manténgase seguro bajo el sol y sepa que también está protegiendo nuestros océanos.

Fuente: GreenMatters