Source: LeFigaro

Construir ‘pequeñas casas’ y facilitar a las personas sin techo un lugar para vivir

En Bretaña, las personas sin hogar pueden ser voluntarias para construir mini-hogares que esperan ocupar cuando se terminen.

Las personas sin-hogar construyen mini-hogares en los que esperan vivir

"¡Libertad!", exclama Pascal mientras agita con orgullo las llaves de su flamante "casita" compacta sobre ruedas. Y lo que endulza el momento es que él mismo ha ayudado a construir la casa móvil.

Este desempleado de 52 años no se planteaba ser propietario de una casa hasta que empezó a trabajar con AMISEP, una organización de ayuda social que ofrece formación a adultos en Bretaña (Francia).

"La especificidad del proyecto desarrollado por AMISEP es construir casas móviles con personas sin hogar, y garantizar que los futuros habitantes de estas casas móviles participen en toda la fase de construcción", explica.

Simon Robitaille, que dirige el proyecto en la organización.Además, Robitaille afirma que el proyecto puede responder a una demanda de viviendas de menor tamaño en la zona.

"En el Golfo de Morbihan, tenemos muchas dificultades para encontrar viviendas pequeñas a precios contenidos para las personas que tienen un mínimo social, que trabajan con contratos temporales, a tiempo parcial, cosas así", dijo.

Fuente: EuroNews 

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El entorno de trabajo es flexibles y abierto. Photo credit: DAMIEN MEYER/AFP Source: DAMIEN MEYER/AFP/LeFigaro

El proyecto tiene una dimensión social

El proyecto está diseñado para ofrecer a personas en situación de precariedad, como solicitantes de asilo, personas sin hogar o en situación de desempleo, la oportunidad de tener una vivienda propia y además adquirir experiencia práctica en la construcción.

"Intento evaluar a cada persona para ver algunas de sus habilidades y dónde se siente más cómoda", explica Bastien Gohier, director técnico del proyecto. "Intento dividir las tareas en función de las capacidades de cada persona", añadió.

A los participantes no sólo les atrae la posibilidad de tener su propia casa móvil, sino también la dimensión social del proyecto.

"Es importante porque no tengo mucho que hacer. Vengo aquí para mantenerme ocupado y me hace bien", dice Mahono Coulibaly, solicitante de asilo maliense y participante en el proyecto.

"Me hace feliz participar en el ambiente de aquí. Lo disfruto mucho". 

Fuente: EuroNews

Para participar en las construcciones, debes haber participado antes en alguna construcción. Source: DAMIEN MEYER/AFP/LeFigaro

¡Construye tu casa para salir de la calle!

En Séné, en el Golfo de Morbihan, los sin techo manejan la máquina de discos y el martillo, con la ayuda de educadores sociales, para construir "casas diminutas", con la posibilidad de vivir luego en una de estas miniviviendas ecológicas. 

Pascal, de 52 años, vivirá ahora en una "diminuta" que él mismo ha arreglado en parte. "Es perfecto. Ya he vivido en una caravana. Aquí es mejor", dice, desvelando su nueva "casa" de unos veinte m2, con ducha, aseo, cocina, altillo y mesa plegable, donde se perciben los aromas de la madera de haya. "Esto es un cambio total. Aquí somos más libres (que en un edificio), salimos enseguida al exterior".

En el origen de esta iniciativa, una convocatoria de proyectos de la Delegación Interministerial de Alojamiento y Acceso a la Vivienda (Dihal) a finales de 2020. 

El objetivo es ofrecer "una forma de vivienda para personas muy desocializadas y en gran marginalidad", explica Simon Robitaille, que dirige el proyecto "tiny" en Amisep, una asociación bretona que lucha contra la precariedad. "La idea era combinar la vivienda y una actividad in situ. Partimos de esta idea original de autoconstrucción de casas diminutas".

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Pascal, 52, está orgulloso de poder vivir en la casa que él mismo construyó. Photo credit: Damien Meyer/AFP Source: Damien Meyer/AFP/LeFigaro

Una casa por 25.000€

No muy lejos del hipódromo y frente a una hilera de casas con setos bien cortados, un puñado de hombres está activo bajo el hangar de la Amisep. De lunes a viernes, de 8:30 a 16:30, pueden acudir a construir voluntariamente un minúsculo, con el objetivo de construir ocho en tres años. 

El entorno es deliberadamente flexible y acogedor, y se ofrecen comidas al mediodía. "Algunos están allí todos los días, mientras que otros llegan todo el tiempo y no vuelven. Es un dispositivo que debe permitir acoger a personas que no encuentran su lugar en ningún sitio", recuerda Simon Robitaille.

El "minúsculo", ya muy avanzado, debería ser habitable a principios de julio, tras cuatro meses de trabajo, con un coste de unos 25.000 euros. 

Una factura que desafía toda competencia en una región popular donde "la tierra está en tensión", señala Frédéric Le Poul, director del polo de precariedad de la Amisep: "Es a la vez una construcción pero también una reconstrucción para ellos", analiza. Así, algunos, entusiasmados por estas adorables casitas móviles, han recuperado las ganas de levantarse.

"Tuve una fase difícil y una adicción… El minúsculo me permitió volver a bañarme física y mentalmente", dice Benoit, que incluso obtuvo un contrato de integración. Alister, un rostro marcado por las pruebas de la vida, se siente cómodo en este ambiente. "Prefiero estar aquí y participar en este proyecto, que me hace programar. Mientras tanto, no hago ninguna tontería… De lo contrario, estaría en la zonificación de Vannes", admite.

Ciertamente, otros no quisieron invertir en el proyecto, reacios a trabajar voluntariamente y sin tener la seguridad de ocupar el "minúsculo". Porque la elección del afortunado inquilino, que tendrá que pagar una modesta contribución económica, la hará finalmente el Servicio Integrado de Acogida y Orientación (SIAO) de Vannes. 

Condiciones sine qua non: debe haber participado en la obra y no encontrar una solución de alojamiento "clásica". 

Benoit ya la contempla con envidia y presentará una solicitud para ocuparla. "Como me gusta, tiene un lado de cabaña un poco salvaje, ¡espero que una de las ocho sea para mí!", dice, subrayando que este tipo de hábitat corresponde al perfil de personas como él.

Fuente: LeFigaro

5 FORMAS DE AYUDAR A LOS SIN TECHO (CON FOTOS)

Hay muchas otras formas de ayudar a las personas sin hogar. Donar alimentos y ropa a los albergues para indigentes es una buena manera de ayudar. También puedes ofrecer tu tiempo como voluntario en una organización de este tipo. Infórmate a ti mismo y a los demás sobre el sinhogarismo y comparte con ellos la información sobre este fenómeno. Utiliza las cartas al periódico local, los blogs y las redes sociales para difundir el problema de los sin techo y lo que otros pueden hacer para ayudar. Haz clic para ver 5 formas de ayudar a los sin techo.

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