Niños solidarios desde la escuela

A estos niños les han enseñado a formar parte de asociaciones para ayudar a los más desfavorecidos. Tienen un gran papel en la sociedad!

Últimamente no paramos de ver que los niños están más enganchados que nunca a los videojuegos o a la televisión. Pero no hacen sólo eso. Muchos de ellos han aprendido gracias a los programas de sus escuelas, que también es divertido ayudar a los demás.

Sea un niño religioso o no, es bueno que aprenda a ver las dificultades que pueden tener otras personas en su vida cotidiana. Para ello, muchos colegios, ya se han puesto manos a la obra y existen organizaciones que invitan a los niños a que participen mientras disfrutan y lo pasan bien. 

«Ayudar a los demás engancha, te hace sentir importante.»

Julia, de 16 años, del Colegio Orvalle decía:

"Hay personas que no son solidarias porque no saben por dónde empezar. Mis compañeras de curso y yo tenemos la suerte de que vamos a jornadas que nos facilita el colegio y nos apuntamos rápidamente para cuidar enfermos, mayores… Tengo amigas de otros colegios a las que les parece muy bien lo que hago, pero cuando ellas se plantean que también quieren colaborar de alguna manera no saben a dónde acudir. Yo les expliqué que hay fórmulas muy sencillas: Podíamos quedar, comprar una bolsa de zumos y bollos y dárselos a la gente necesitada que nos encontráramos por la calle. Les pareció my buena idea y así lo hicimos."

Fuente: ABC

«Aprendes a valorar mucho más las pequeñas cosas»

Mario, de 14 años, nos cuenta también su experiencia cuando su colegio le invitó a participar en una iniciativa solidaria:

"En el colegio nos ofrecieron colaborar en una cena de Navidad. No lo dudé. Lo hice en compañía de mis padres y hermana. Mientras mis padres fueron a comprar para prepararles un cóctel de mariscos, mi hermana y yo ayudamos a preparar las mesas y adornar la sala junto al resto de colaboradores. Las familias se quedaron asombradas al ver los platos porque verdaderamente pasan hambre. Una señora se acercó emocionada a mi madre por lo bueno que le había salido el arroz con leche. Me di cuenta que algo que para mi es normal para muchos es extraordinario."

Fuente: ABC