Los niños y niñas de padres encarcelados en Nepal encuentran un nuevo hogar gracias a…

Indira Ranamagar es una mujer verdaderamente notable cuya lucha de más de 20 años por los hijos de los encarcelados en Nepal continúa.

Indira fundó Prisoner’s Assistance Nepal en el año 2000 para ayudar a los presos y sus familias.

Indira Ranamagar es trabajadora social y fundadora de la organización sin ánimo de lucro Prisoner’s Assistance Nepal, que se ocupa de los hijos de padres delincuentes que viven en las cárceles. Indira se interesó profundamente por el bienestar de los presos y sus familias desde muy temprana edad, y después de conocer bien sus luchas a través de varios proyectos sociales, fundó Prisoner’s Assistance Nepal en el año 2000. Su trabajo continuo a través de la organización ha llevado a la apertura de cuatro hogares para niños, dos escuelas y varios otros proyectos sociales destinados a ayudar a los prisioneros y a sus hijos.

Las cárceles de Nepal son pesadillas mal gestionadas, con abandono e indiferencia

Este tratamiento causa sufrimientos indebidos que van más allá de lo que se puede pretender con el encarcelamiento. Como resultado, después de cumplir sus sentencias, los prisioneros no salen rehabilitados y mal equipados para reintegrarse a la sociedad; como tal, con mucha frecuencia regresan a una vida de delincuencia. Indira Ranamagar está trabajando para cambiar el sistema penal para que trate al preso como una persona y considere su vida futura, incluyendo la preparación para el empleo y el cuidado de sus familias.

Fuente: Ashoka.org

Prisoner’s Assistance Nepal

PA Nepal es una organización de base que tiene como objetivo proporcionar atención a los presos y a sus dependientes hijos. Fue fundada en el año 2000 por Indira Ranamagar, quien comenzó a trabajar con presos en 1990 junto con el activista de derechos humanos Parijat.

PA Nepal funciona dentro de un marco de trabajo holístico, esforzándose por trabajar con los prisioneros y sus hijos en cada etapa de su viaje hacia la reintegración. Proporcionan atención y servicios a los reclusos y, en la medida de lo posible, sacan a los niños y niñas del entorno carcelario y los colocan en entornos seguros y acogedores en los que pueden recibir una atención completa. La organización también continúa abogando por iniciativas de prevención de la delincuencia y trabaja para crear entornos libres de delincuencia a través de la promoción del empleo, la educación, el cambio estructural del sistema judicial y la comprensión de la actividad delictiva y sus causas en Nepal.

Principales objetivos

La ética de PA Nepal se centra en mantener a las familias en contacto al mismo tiempo que se garantiza que los niños y niñas inocentes no se vean obligados a soportar los traumas de la prisión. A tal efecto, sus objetivos son:

1. Proporcionar un entorno seguro y positivo para los hijos de los presos.
2. Asegurar la reintegración de los niños en sus familias y en las regiones locales cuando proceda.
3. Promover y apoyar la generación de ingresos para las personas vulnerables afectadas por el encarcelamiento.
4. Abogar por los derechos básicos y derechos humanos de los presos y garantizar su bienestar.
5. Mejorar las aptitudes para la vida y las oportunidades de los ex reclusos más vulnerables y de sus familiares a cargo.
6. Reducir el crimen al involucrar a los individuos en actividades significativas.

Fuente: panepal.org

La historia de Indira en sus propias palabras…

“Nací en el seno de una familia pobre de una aldea pobre en el este de Nepal. No tuve la oportunidad de ir a la escuela y si las cosas se hubieran desarrollado de la manera habitual, me habría quedado sin educación y seguiría viviendo en mi pequeña aldea. Pero estaba decidida a aprender y a recibir una educación. Mis hermanos me enseñaron a leer y escribir usando palos para escribir en la tierra fuera de mi casa.

Combiné el aprendizaje con las tareas del hogar y de la granja y al final tuve éxito. Llegué a la escuela de mi pueblo, fui la primera de mi clase y más tarde logré continuar mi educación en un pueblo cercano. Esto fue algo difícil de hacer porque tuve que romper con la comunidad de mi aldea y quedarme solo, y esto fue algo que no fue alentado en ese momento. Pero mi determinación me ayudó y todo el tiempo combinaba los estudios con el trabajo doméstico para ganar suficiente dinero para seguir adelante.

Me convertí en maestra de escuela y más tarde empecé a tomar clases de alfabetización para las mujeres de la aldea. Pero todavía estaba inquieta y quería mejorar y superar las limitaciones de la vida local. Era una época de agitación política cuando decidí viajar a Katmandú y comenzar una nueva vida comprometida con el trabajo social. Fue en Katmandú donde conocí y comencé a trabajar con Parijat, el renombrado escritor y activista de derechos humanos. Empecé a trabajar en las cárceles con Parijat y fue entonces cuando vi el trabajo que había que hacer. La principal preocupación de Parijat era por los presos políticos, pero yo me preocupé más por los más vulnerables en la cárcel. Y así mi trabajo ha continuado y la determinación de la niña pequeña de aprendió su alfabeto que aún brilla en mi corazón. Es una luz que me ha visto a través de muchas dificultades y pruebas y continuará haciéndolo en el futuro. Ha significado que he podido trabajar con los más vulnerables y desesperados y les he podido dar esperanza y ayuda.”

Fuente: panepal.org