Viktor Frankl: una vida con sentido

Viktor Frankl utilizó sus experiencias como prisionero en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial para escribir «El hombre en busca de sentido» una obra perdurable de literatura de supervivencia, y para abrir nuevas vías para la psicoterapia moderna.

Frankl creía que el deseo más profundo del hombre es buscar el sentido y el propósito

Para cuando Viktor Frankl tenía 40 años, había vivido dos guerras mundiales, había pasado tres años en campos de concentración nazis y había perdido a sus padres, a su esposa y a su hermano en el Holocausto.

Estas circunstancias incomprensibles, sin embargo, no impedirían que el neurólogo y psiquiatra indomable encontrase el sentido de su propia vida y ayudase a otros a hacer lo mismo.

Sus enseñanzas terapéuticas sobre la importancia de tener un propósito en la vida permanecerán siempre atesoradas en el mundo de la psicología, y su clásico de 1946 "El hombre en busca de sentido" es un de los libros de inspiración más apreciados jamás publicados.

Frankl llegó a creer que el sentido de la vida era lo que más motivaba a los humanos

Después de graduarse en la escuela secundaria, Viktor Emil Frankl estudió neurología y psiquiatría en la Universidad de Viena. Durante su estancia en la universidad de clase mundial, tuvo la oportunidad de entrar en contacto con dos de los mejores psicoterapeutas de Austria, Sigmund Freud y Alfred Adler.

En 1937, Frankl, que más tarde desarrollaría su propia escuela de pensamiento psicológico, abriría su propia consulta como neurólogo y fisiatra. Esto, desafortunadamente, sería sólo un año antes de que las tropas lideradas por Hitler invadieran Austria.

A pesar del aumento de las tensiones en Austria en los próximos años, Viktor Frankl pudo empezar a esbozar su filosofía de la psicoterapia, llamada Logoterapia, que se considera la tercera escuela vienesa de pensamiento psicoterapéutico.

Mientras Freud y Adler creían que la motivación más poderosa para los humanos era el placer y el poder respectivamente, Frankl llegó a creer que el sentido de la vida era lo que más motivaba a los humanos.

Además, determinó que la vida siempre puede tener sentido, independientemente de las circunstancias, y que cada ser humano tiene la libertad de encontrar un propósito en cada situación que enfrenta.

Aunque estas ideas llegaron antes del ominoso año de 1942, Frankl pronto verificaría sus creencias en las circunstancias más difíciles.

Aunque Viktor Frankl y su primera esposa Tilly habían comprendido la gravedad de la situación a la que se enfrentaban los ciudadanos judíos y habían obtenido un visado para viajar a los Estados Unidos, la pareja decidió permanecer l lado de sus padres en Austria.

Desafortunadamente, el 25 de septiembre de 1942, Viktor y su familia fueron detenidos por las fuerzas armadas nazis y enviados a trabajar en un campo de concentración. Durante los próximos tres años, Frankl trabajaría en tres campos diferentes sin tener ningún conocimiento sobre el bienestar de sus padres, esposa y hermanos.

Durante este tiempo, Frankl fue testigo de la muerte de miles de compañeros judíos, pero vio a muchos otros luchar por sus vidas, lo que confirmó sus creencias sobre la importancia del sentido de la vida. Más tarde utilizó una cita del gran filósofo alemán Friedrich Nietzsche para describir qué prisioneros tenían más probabilidades de sobrevivir:

“El que tiene un por qué vivir puede soportar casi cualquier cómo.”

No fue hasta el 27 de abril de 1945 que Viktor Frankl y los demás prisioneros detenidos en el campo de concentración de Auschwitz fueron liberados por soldados estadounidenses.

Después de regresar a Austria, le entregaron la fatídica noticia que tan desesperadamente no quería escuchar: Su esposa, sus padres y su hermano habían perecido en campos de concentración alemanes.

Frankl y su hermana serían los únicos dos miembros de la familia que sobrevivirían a esta terrible experiencia.

Fuente: BalancedAchievement.com

3 mensajes que hay que extraer de las enseñanzas de Viktor Frankl

Sólo un año después de haber salido de Auschwitz, Viktor Frankl publicó "El hombre en busca de sentido", que desde entonces se ha convertido en uno de los libros más conmovedores e inspiradores que jamás se hayan publicado.

A lo largo de las páginas del libro, Frankl justifica su creencia de que el significado es el componente más importante de la existencia humana con historias relatables de su época en los campos de concentración alemanes. Desde la publicación inicial del libro, ha vendido más de 9 millones de ejemplares en todo el mundo y ha consolidado a Frankl como una de las figuras más importantes de la psicología que jamás haya existido en la tierra.

• El sentido de la vida lo es todo: Incluso antes de que Viktor Frankl fuera enviado a vivir y trabajar injustamente dentro de algunos de los peores campos de concentración nazis, comenzó a formular la creencia de que el componente más importante del bienestar humano es el significado que los individuos tienen para sus vidas. Mientras estaba dentro de los campos de concentración, se dio cuenta de que los prisioneros que encontraban una forma de vivir con propósito tenderían a permanecer vivos mucho más tiempo que aquellos que habían perdido su camino. El célebre psiquiatra nos dijo que los individuos pueden encontrar un propósito de muchas maneras diferentes y recomendó a los pacientes que busquen un sentido a través del trabajo creativo, las experiencias de vida y el cambio de actitudes sobre su situación de vida. Dado que, a los ojos de Frankl, existe una clara correlación entre el sentido del significado y los niveles de bienestar, es de vital importancia para cada uno de nosotros encontrar un propósito en nuestros esfuerzos en la vida, sean cuales sean.

• Asumir la responsabilidad personal: A través de sus experiencias en Auschwitz y otros campos de concentración nazis, Viktor Frankl vio de primera mano cómo las personas tienen la capacidad de asumir libremente la responsabilidad de sus vidas y responder a cualquier circunstancia que enfrenten con una actitud que elijan libremente. En El hombre en busca de sentido escribe, “Nosotros, que vivíamos en campos de concentración, podemos recordar a los hombres que caminaban por las chozas consolando a los demás, regalando su último trozo de pan. Puede que hayan sido pocos, pero son prueba suficiente de que todo puede ser tomado de un hombre excepto una cosa: la última de las libertades humanas: elegir la actitud en cualquier circunstancia, elegir su propio camino…” En opinión de Frankl, asumir la responsabilidad personal de la propia vida y su actitud frente a las circunstancias a las que se enfrentan es, de hecho, la ‘esencia de la existencia.‘ Para mejorar nuestra capacidad de tomar decisiones libremente, nos dijo que cada uno de nosotros debería ser educado en la toma de decisiones y luego asumir una responsabilidad personal inquebrantable por nuestras vidas y las actitudes con las que vivimos.

• Cree en los que te rodean: Viktor Frankl creía que los individuos debían aspirar a hacer del mundo un lugar mejor y podían hacerlo creyendo en sus semejantes. Comprendió lo importante que es la conexión humana y las relaciones cercanas para los individuos que buscan el sentido de la vida, y al apoyar a otros en su búsqueda de un propósito, cada uno de nosotros puede aumentar los niveles de sentido que tenemos en nuestras propias vidas. Para ello, nos dice que en lugar de ver a nuestros hermanos y hermanas como son, debemos sobreestimarlos de una manera que los impulse hacia la felicidad y la plenitud.