Tres cuartos de los voluntarios habituales para Meals on Wheels (comida sobre ruedas) tienen más de 55 años. Debido a que es un riesgo salir por su edad, estudiantes universitarios y otros jóvenes conductores han recibido la llamada por las redes sociales para repartir comida a los de la tercera edad.
Estudiantes universitarios reemplazan a los conductores de Meals on Wheels en Nueva Jersey
Un grupo de estudiantes universitarios de Nueva Jersey han decidido rellenar los huecos que quedaban de los voluntarios que han decidido quedarse en casa por el riesgo del coronavirus. Alrededor de 60-180 voluntarios habituales de Mercer County han dado un paso atrás, mientas 45 locales, incluyendo 20 estudiantes universitarios, han dado un paso adelante para ser repartidores en este programa. Tres cuartos de los repartidores habituales tienen más de 55 años, resultando en ser vulnerable ante este virus, informó The Washington Post.
La tasa de pedidos de los residentes de tercera edad se ha triplicado en el mes pasado
Millones de personas de tercera edad americanas dependen de Meals on Wheels para su nutrición, pero tres cuartos de los voluntarios que repartían comida son de 55 años o más y han decidido quedarse en casa, resultando en estudiantes universitarios entrando en esos huecos libres.
Solo en el mes pasado, alrededor de 60 voluntarios de 180 de Mercer County han dado un paso atrás, y 45 voluntarios han dado un paso para adelante, incluyendo 20 estudiantes universitarios.
Los lunes, Nate Byrnes, 21, estudiante de biología en College of New Jersey, carga bolsas de comidas calientes y una nevera con ruedas en su Volkswagen para repartir la comida.
“Estaba intentando encontrar algo, lo que sea, para poder ayudar,” dijo Byrnes, cuando su preocupación aumentó debido a la expansión del coronavirus en su estado.
Como aspirador a doctor y no precisamente certificado en emergencias medicas, estaba frustrado pensando en todas las maneras que podría ayudar si estaba más adelantado en sus estudios o si hubiese presentado su examen de EMT antes.
“Todos los grupos de ambulancia están abrumados” le dijo a The Washington Post. “ERs también están totalmente abrumados.”
El coronavirus también afectó sus planes – sus exámenes han sido aplazados y todos los eventos en campus han sido cancelados para el resto del semestre.
Cuando la madre de Nate Byrnes le enseñó que podía aplicar para ayudar a los locales de Meals on Wheels en Facebook, no tardó en llamar. Atendió un día de orientación y a los dos días ya estaba repartiendo comida. Ha repartido comida casi todos los días desde que se apuntó.
Meals on Wheels le han dado dado la bienvenida con los brazos abiertos, la tasa de pedidos se ha triplicado en el pasado mes.
“Es una buena manera de poder ayudar, especialmente ahora que no todos podemos ayudar,” añadió.
Sasa Olessi Montaño, directora ejecutiva de Meals on Wheels de Mercer County, que sirve a casi 300 personas de tercera edad y personas en confinamiento, ha dicho que repartir comida está “manteniendo vivos a los ancianos.”
Meals on Wheels of America sirve a 2.4 millones de ancianos nacionalmente. A pesar de que repartir comida a gente que no puede salir de su casa siempre ha sido una misión de salvar vidas, manteniendo a los ancianos sanos en casa – y en sus casas de residencia – es más vital que nunca.
“Estamos muy agradecidos por todos los estudiantes que se han unido,” le dijo a The Washington Post.
Fuente: WashingtonPost
Estudiantes y otros jóvenes conductores fueron reclutados por las redes sociales.
Un número pequeño de los beneficiarios de Meals on Wheels hacen una donación voluntaria hacia el coste de su comida, pero la mayoría la obtienen gratis. El programa es financiado por una combinación de donaciones privadas y subvenciones federales, y esta abierto a cualquiera que esté en confinamiento.
Para reclutar a los estudiantes universitarios y otros jóvenes conductores, Olessi Montaño llamo por las redes sociales preguntando a los voluntarios habituales si podrían reclutar a sus hijos o nietos.
“Algunos de los estudiantes vienen junto a sus padres, amigos, o pareja, pero definitivamente hemos visto un aumento en voluntarios jóvenes” ella dijo.
En las últimas semanas el protocolo del repartimiento de comida ha cambiado. El repartimiento de comida surge diariamente, pero no puede haber una conversación en la puerta con el consumidor. La comida se deja en una bolsa en la puerta, y el voluntario da dos metros hacia atrás y espera hasta que el consumidor coja la bolsa. Los voluntarios usan alcohol de manos y llevan guantes o máscara cuando es posible.
La comida todavía está hecha a partir de cero y el personal de cocina lleva máscara y guantes.
La temperatura del personal es tomada todos los días, y los voluntarios esperan fuera junto a sus coches para recibir la comida que se va a entregar.
Fuente: WashingtonPost
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