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Esta escuela india reemplazó las cuotas de matrícula con desechos plásticos y transformó la ciudad.
En un país con un gran problema de residuos plásticos, una escuela ha tenido una idea innovadora: pedir a los padres que paguen las tasas escolares de sus hijos con basura plástica.
Esta escuela de la India acepta residuos plásticos en lugar de tasas académicas.
Todos hemos visto a niños y niñas caminando hacia la escuela cargando bolsas. En la mayoría de los casos se espera que estén llenas de libros y otros materiales educativos. Pero en esta escuela de la India, los estudiantes se presentan con bolsas de basura plástica que cambian por educación en lugar de abonar las tasas escolares.
Pagando la escuela con basura plástica todos ganan: educación y medio ambiente
Hace tres años, cuando Parmita Sarma y Mazin Mukhtar llegaron a Pamohi, en el estado nororiental de Assam, y crearon la Escuela de la Fundación Akshar, se les ocurrió una innovadora idea: pedir a los padres que pagaran las cuotas escolares de sus hijos con residuos plásticos.
La pareja estaba decidida a hacer un cambio positivo en la educación dentro de la comunidad, pero también en el medio ambiente. Comenzaron a animar a sus estudiantes, muchos de cuyas familias luchaban por pagar las cuotas necesarias para asistir a la escuela, a que trajeran residuos plásticos como forma de pago de la matrícula.
Cada semana, los niños de 4 a 15 años de edad hacen fila frente a la escuela con bolsas de comestibles llenas de botellas de plástico, paquetes, pajitas de plástico, etc. La rutina semanal, ahora ampliamente conocida en toda la comunidad, es que cada niño traiga por lo menos 25 artículos de desecho plástico por semana en lugar de pagar la matrícula.
La escuela, con sólo 20 alumnos a la llegada de la pareja, cuenta ahora con más de 100 alumnos. No sólo está ayudando a mejorar el medio ambiente local, sino que también han comenzado a transformar las vidas de las familias locales mediante la lucha contra el trabajo infantil.
En lugar de dejar la escuela a una edad temprana para trabajar en las canteras locales por 2,5 dólares (2,25€) al día, se paga a los alumnos mayores para que enseñen a los niños más pequeños de la escuela. A medida que progresan académicamente, sus salarios aumentan.
De esta manera, las familias pueden permitirse mantener a sus hijos en la escuela durante más tiempo. Y los alumnos no solo aprenden a administrar el dinero, sino que también reciben una lección práctica sobre los beneficios financieros de recibir una educación. (ver abajo)
La formación práctica, junto con la escolarización, prepara a los adolescentes para su futuro.
Inspirado en el Nai Talim de Mahatma Gandhi, o educación básica, filosofía, el currículo de Akshar mezcla la formación práctica con las asignaturas académicas convencionales. El objetivo es apoyar a los adolescentes a través de la escuela y en la universidad con este aprendizaje.
La educación práctica incluye aprender a instalar y operar paneles solares y ayudar a administrar el negocio de la jardinería de la escuela, que trabaja para mejorar los espacios públicos locales. La escuela también se ha asociado con una organización benéfica de tecnología educativa para proporcionar a los alumnos tablets y materiales didácticos interactivos para mejorar su alfabetización digital.
Fuera del aula, los alumnos también dirigen un refugio para animales, rescatando y tratando a los perros heridos o abandonados antes de encontrarles un hogar en la localidad. Y el centro de reciclaje de la escuela produce eco-ladrillos que pueden ser usados para proyectos de construcción simple.
Los fundadores ya se han acercado a la capital, Delhi, y han ayudado a revertir una escuela de bajo rendimiento en sólo seis meses. Su Beca para la Reforma Escolar de Akshar planea ahora añadir cinco escuelas más el próximo año, con un objetivo final: transformar las escuelas públicas de la India.
Obtén más información sobre la Fundación Akshar en su website, o síguelos en Facebook.
UTILIZANDO EL TRABAJO INFANTIL PARA TERMINAR CON EL TRABAJO INFANTIL (Ver abajo)
Fuente: Forbes
