Conoce al neoyorquino que ha transformado los alcorques llenos de basura en bellos lechos de flores.

Al embellecer estas ruinas abandonadas y convertirlas en vibrantes micro-oasis, intenta causar un pequeño impacto en su comunidad local y espera inspirar a otros a hacer lo mismo.

Sólo una persona que intenta marcar la diferencia

El neoyorquino David Kass decidió embellecer su barrio de Chelsea (Manhattan) ocupando parterres vacíos y poniendo plantas. Cuando se mudó por primera vez a la zona, se dio cuenta de que los parterres vacíos se habían convertido en simples pozos de basura. Esto le molestaba y no dejaba de pensar que alguien iba a hacer algo al respecto. Al final, David, al que le gusta la jardinería, decidió que, como parecía que nadie iba a hacer nada, iba a hacer algo él mismo, ¡y los resultados han sido bastante transformadores!

«Cuando ves que algo pasa de la basura al jardín, hace que todo valga la pena».

"Cuando ves que algo pasa de la basura al jardín, hace que todo valga la pena". dijo Kass a MakeAChangeWorld en una reciente entrevista.

David Kass tiene que encontrar tiempo entre su trabajo real como diseñador de iluminación para ajardinar y mantener los oasis verdes en miniatura, sacando la basura y manteniéndolos ordenados. Actualmente hay 22 de ellos repartidos por el barrio.

Cuando empezó, la gente le preguntaba si tenía permiso, y él respondía: "¡No lo sé!". La pregunta más habitual es: "¿Trabajas para la ciudad?", a lo que David respondía: "No, sólo vivo por aquí".

Hoy en día, David encuentra a gente que acude a él para pedirle consejo sobre cómo ajardinar estas microparcelas de tierra en Manhattan.

Fuente: Facebook/MakeAChangeWorld

«Sólo hace falta una persona. Cada persona es significativa».

Ahora que las actividades de jardinería de guerrilla de David se han consolidado, los comentarios son diferentes porque ahora la gente le reconoce. Mucha gente simplemente viene a darle las gracias, especialmente este año durante la pandemia.

En una entrevista con MakeAChangeWorld, David explicó que empezó en marzo de 2020. Cuando llegó la pandemia y todo el mundo se encerró, decidió plantar pensamientos de clima frío, y la gente se mostró muy agradecida. Dice que había algo muy normal en ver flores, algo muy edificante en ver que algo continuaba cuando todo lo demás se había detenido. Cuando parecía que todo se había detenido, había alguien cultivando el jardín como si no pasara nada.

"Sólo hace falta una persona. Cada persona es importante. Aunque Nueva York es una ciudad de 9 millones de habitantes, es una ciudad de barrios. Y esos barrios tienen bloques. Si lo reducimos, lo cierto es que las personas pueden marcar la diferencia. Incluso en esta inmensa jungla de cemento con millones de personas caminando."

"Lo hice porque era algo que odiaba ver. Nadie me dijo: ‘Oye, David, limpia esto’. Nadie me dijo eso.

"Son bolsas llenas de basura, botellas, colillas. Las cosas que ves y que alguien no ha tenido los medios para llevar a la esquina y tirar a una papelera. Si nadie más lo va a hacer, entonces yo también".

Sigue a David en Facebook para ver fotos de sus magníficos minijardines de Manhattan.

Fuente: Facebook/MakeAChangeWorld