Junto con MaatschapWij, BrightVibes está realizando una serie sobre el plástico. ¿Cuál es el problema exactamente y cómo podemos resolverlo? Esta semana: Jeroen Dagevos, de la Fundación Sopa de Plástico, que nos explica cómo podemos tener nuestro cuerpo lo más libre de plástico posible.
El plástico está en todas partes
Se ha encontrado plástico en las cimas del Himalaya y en las fosas más profundas del océano. Está en nuestra comida, en el agua potable y en el aire que respiramos. Incluso llueve plástico.
Esto se debe a que el plástico nunca desaparece. Todo el plástico que se ha fabricado sigue en la tierra. Sólo que no en su forma original. Botellas, pajitas, vasos, envoltorios y redes de pesca: en cuanto entra en la naturaleza, se descompone en trozos cada vez más pequeños. Lo llamamos micro y nanoplásticos.
Di no al plástico
¿Cómo podemos, ante la omnipresencia del plástico, asegurarnos de mantener nuestro propio cuerpo -y el de las personas que nos rodean- lo más libre de plástico posible? Hemos planteado esta pregunta a Jeroen Dagevos, de Plastic Soup Foundation. Estos son sus consejos y trucos.
2. Escoge ropa natural
Desde las mallas hasta los jerséis de pulgas, pasando por los vestidos y los pantalones de gimnasia: la mayor parte de nuestro vestuario se compone de materiales sintéticos hoy en día. Pero ¿sabías que las fibras sintéticas de la ropa son una fuente importante de contaminación? Cada vez que las lavas se libera una media de 9 millones de piezas de plástico.
Y eso es sólo la media: con los productos de moda rápida de baja calidad, la cantidad puede ascender a unos 17,7 millones. Todos esos plásticos acaban con nosotros a través del alcantarillado, los ríos y los océanos. Así que elige materiales naturales como el algodón biológico o el cáñamo. Y consume menos: apuesta por la calidad por encima de la cantidad. Porque cuanto más resistente es el tejido, menos fibras se desprenden durante el lavado.
3. Deshazte de tu esponja de plástico (y otros utensilios de cocina de plástico)
Seguro que las conoces, esas esponjas con una capa verde oscura encima. Puede que frieguen bien, pero cada vez que usas la esponja, el material se desgasta. Y eso hace que los microplásticos se liberen en el aire, en tu comida y en el fregadero. Lo mismo ocurre con otros utensilios de cocina de plástico, como las espátulas y las tablas de cortar. Elige a partir de ahora materiales alternativos como el metal, la cerámica o la madera.
4. Cosmeticos libres de plásticos
La mala noticia es que muchos cosméticos contienen plástico. La buena noticia es que hay muchas alternativas. El sitio web Beat the Microbead indica qué champús, pastas de dientes y barras de labios contienen y no contienen plásticos. Práctico, ¿verdad?
5. Evita los plásticos combinados con calor
Para que un producto de plástico sea flexible, colorido o resistente a los rayos UV, se añaden a los plásticos todo tipo de sustancias químicas y plastificantes. En cuanto se calienta el plástico, por ejemplo, metiendo un recipiente de plástico en el microondas o bebiendo té en un vaso de plástico, se liberan estos aditivos. Así que asegúrate de evitarlo.
Plastic Soup Foundation
¿Quieres saber qué más puedes hacer para prevenir que los plásticos formen parte de nuestro entorno? Echa un vistazo a la página web de Plastic Soup Foundation.