Source: Aftonbladet.se

EMMA SCHOLS SALVÓ DE UN INCENDIO ELLA SOLA A SUS 6 HIJOS

“Si di a luz a 6 niños, sacaré a los 6” — dijo esta SuperMamá sueca que ha sido nombrada Guardaespaldas del Año 2020.

No es muy común que las personas sobrevivan con quemaduras en un 90% de su cuerpo. Emma tenía quemaduras en el 93%.
Emma dependió de un respirador durante tres semanas, entre la vida y la muerte. No es muy común que las personas sobrevivan con quemaduras en un 90% de su cuerpo. Emma tenía quemaduras en el 93%. Source: Family/Aftonbladet

EMMA SCHOLS CAMINÓ A TRAVÉS DEL FUEGO POR SUS HIJOS: “AHORA ME RECONOCEN”

Con tan solo su ropa interior, esta madre de 6 niños caminó de vuelta al fuego para salvar a sus hijos de la casa en llamas. Con quemaduras graves en el 93% de su cuerpo, sobrevivió contra todo pronóstico. En la Gala de Héroes Suecos fue nombrada Guardaespaldas del Año 2020. 

“ARROJÉ A LOS CHICOS A LA PUERTA PRINCIPAL Y CERRÉ PARA QUE NO VOLVIERAN A ENTRAR”

Fue en septiembre de 2019 cuando la peor cosa imaginable sucedió. Madre de 6 niños Emma Schols, 31, dormía sola con sus hijos. De pronto escuchó el fuego en el piso inferior de la casa, donde estaban sus dos hijos más pequeños.

“Se acababan de despertar, así que corrí tras ellos. Entonces no entendía lo malo que sería aquello. Mi único pensamiento era que tenía que sacar a los niños que estaban encerrados en la sala de juegos”, contó Schols a Angelica Öhagen en una entrevista a Aftonbladet. 

Justo cuando abría la puerta principal, el fuego consiguió oxígeno… ¡hubo una explosión!

“Me tiré al suelo encima de los niños como un escudo para que no fueran heridos. Cuando me golpearon las llamas, fue como si toda mi espalda estuviera en llamas. Pero seguí.  Tiré a los niños fuera de la puerta principal y cerré para que no volvieran a entrar. Estaban aterrorizados”. 

Emma gritó a los niños del segundo piso que salieran por el balcón

“Luego comenzó el fuego en las escaleras. Por casa paso pensaba: ‘esto no es posible’, pero entonces pensaba que tenía que seguir por mis cuatro hijos que todavía estaban allí arriba. Hacía tanto calor que mis plantas de los pies empezaron a caerse. Colgaban como si fuesen hilos”.

Cada paso quemaba, según Emma subía las escaleras.

Su hija Nellie, 9, había saltado para correr a casa de su vecino y pedir ayuda. El hijo mayor William, 11, intentó bajar trató de bajar una escalera para que los que quedaban pudieran trepar.

“Los niños entraron en shock cuando salí del balcón. Estaba sangrando y tenía quemaduras abiertas por todo mi cuerpo. La piel de mi pecho se había empezado a caer y el pelo de mi cabeza parecía carbón”.

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“Cuando me trasladaron de la unidad de quemados en Uppsala al hospital de Hudiksvall, el equipo quería hacerme una foto para recordar el bien que se puede hacer. Si alguien viene otra vez con semejantes quemaduras. Nadie pensó que mi recuperación iría así de rápido”.
Aquí, Anders Anens, padre de los niños, les lleva a visitar a Emma al hospital universitario en Uppsala. “Cuando me trasladaron de la unidad de quemados en Uppsala al hospital de Hudiksvall, el equipo quería hacerme una foto para recordar el bien que se puede hacer. Si alguien viene otra vez con semejantes quemaduras. Nadie pensó que mi recuperación iría así de rápido”. Source: Family/Aftonbladet

PENSÉ, “TAL VEZ MUERA AHORA”

Emma se dio cuenta de que su hija más pequeña Mollie, de 1 año, no estaba en el balcón de fuera. 

“Pensé que si todavía estaba allí dentro no seguiría viva, pero tengo que intentar sacarla”.

Los hijos que estaban en el balcón intentaron parar a Emma para que no entrase en el infierno de fuego de nuevo. Pero había tomado su decisión y se las ingenió para entrar en el dormitorio arrastrándose por el suelo. 

“El humo era demasiado denso y costaba respirar. Estaba terriblemente cansada pero podía ver a través del humo cómo Mollie estaba de pie en su cuna y lloraba y estaba aterrorizada”. 

Entonces conseguí una enorme fuerza y logré ponerme de pie y levantarla”. 

“Solo tenía mi propio cuerpo, ninguna capa, sin protección, yo misma y mi corazón de madre”, dijo Emma. 

En el balcón, su hijo William no podía moverse del lugar.

“Cuando bajé las escaleras con Mollie, era como si mis pies se pegasen al suelo con cada paso. No paraba de sangrar”. 

Con el último paso, Emma colapsó.

“Entonces fue como si todo el dolor viniera a la vez. Dolía terriblemente. Había sacado a todos los niños fuera y pensaba que podría morir en aquel momento”. 

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A día de hoy, puede hacer muchas cosas que antes ni siquiera hubiera soñado en volver a ser capaz de hacerlas. “Siento una enorme gratitud por cada día que puedo estar con toda mi familia”, dice.
La rehabilitación de Emma ha sido mucho más rápida de lo que cualquier doctor hubiera imaginado. A día de hoy, puede hacer muchas cosas que antes ni siquiera hubiera soñado en volver a ser capaz de hacerlas. “Siento una enorme gratitud por cada día que puedo estar con toda mi familia”, dice. Source: BNC/Aftonbladet

“¿ESTÁN VIVOS LOS NIÑOS?”

Antes de que llegase la ambulancia y sedasen a Emma, ella le prometió a su hijo mayor William, el último en irse de su lado, que volvería pronto a casa. Una promesa que se convirtió en un mantra durante su estancia en el hospital.

Los seis niños sobrevivieron sin ningún daño. Emma dependió de un respirador durante tres semanas, entre la vida y la muerte. No es muy común que las personas sobrevivan con quemaduras en un 90% de su cuerpo. Emma tenía quemaduras en el 93%. 

“Lo primero en lo que pensé cuando me desperté fue: ‘¿Están vivos los niños?’”

Emma al principio no creía al personal del hospital. El recuerdo de Mollie en la cuna y el miedo de sus hijos se había quedado en su memoria. Solo después de mes y medio, los niños pudieron ir al hospital a visitarla. 

“Era fantástico, pero al mismo tiempo duro. La pequeña Mollie no me reconoció. Esa fue probablemente la parte más difícil. No quería venir a mi. Lo cual puedo entender con todas las máquinas y cables. Parecía una persona diferente”. 

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“Ya me reconocen de nuevo. El fuego y lo que vivimos ha dejado huella en todo mi cuerpo, y ha afectado a toda la familia. Pero lo que hemos pasado también nos ha acercado. Ahora no doy nada por sentado y estoy muy agradecida de lo que tenemos juntos”.
Emma ha vuelto a casa con su familia de nuevo, en el apartamento en el que viven mientras esperan a que terminen las obras de su casa. “Ya me reconocen de nuevo. El fuego y lo que vivimos ha dejado huella en todo mi cuerpo, y ha afectado a toda la familia. Pero lo que hemos pasado también nos ha acercado. Ahora no doy nada por sentado y estoy muy agradecida de lo que tenemos juntos”. Source: Frida Funemyr/allas.se
Desde la izquierda, Emma, Oliwer (4), Mollie (3), William (12), Nellie (10), Melwin (8), el padre Anders y Albin (5).
La familia Schols ha pasado por un infierno – en el caso de Emma casi literalmente – pero se está recuperando. Desde la izquierda, Emma, Oliwer (4), Mollie (3), William (12), Nellie (10), Melwin (8), el padre Anders y Albin (5). Source: Maria G Nilsson/allas.se

Claves para ser una familia feliz

Padres e hijos pasan cada vez menos tiempo juntos. Como resultado, muchos niños reciben menos amor y atención de la que recibieron sus padres. Estudios demuestran que los padres de hoy día invierten un 40% menos de tiempo con sus hijos de lo que invertía la generación anterior. Ten en cuenta que el tiempo en cuestión de calidad y cantidad es algo importante a la hora de escoger actividades. Construye recuerdos haciendo de este tiempo algo disfrutable y creativo.

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